Y es entonces cuando despiertas y espabilas y dices, esto tiene que salir bien. Decides arriesgarlo todo siempre con el temor a no obtener nada, pero te da igual... tú sigues adelante digan lo que digan, escuchas solamente a esa vocecita no proveniente de tu cabeza si no del corazón. Y le haces caso y intentas afrontar todo según viene, tan solo te dejas llevar...Tal vez todo esté en eso, dejarse llevar.
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