Yo creo que era el echo de levantarme cada mañana y sentirme vulnerable a todo lo que pasaba, caídas, vueltas, todo me decía algo y se esfumaba así como si nada entonces decidí correr el riesgo y abandonar mis principios. No es que sea demasiado tarde es que el mundo corría y mis sueños me sacudían, no era demasiado tarde era demasiado pronto para ser cobarde.
No hay comentarios:
Publicar un comentario